Las entidades financieras deben prepararse para la llegada del DNI digital

La identificación digital es inevitable, como demuestra la adopción acelerada de programas de carnés de conducir digitales en todo EE.UU. Aunque los consumidores están empezando a comprender las ventajas de seguridad y comodidad de los carnés digitales, muchas entidades financieras no están preparadas para dar soporte a esta tecnología emergente.

La promesa del DNI digital: Reduced Fraud and Efficient ID Proofing, el nuevo informe de Kevin Libby, analista de fraude y seguridad de Javelin Strategy & Research, examina las ventajas de la identificación digital y los retos que presenta para los consumidores y las instituciones financieras.

La ola que viene

Los consumidores buscan comodidad y seguridad, y las identificaciones digitales son cada vez más populares porque pueden ofrecer ambos aspectos. Datos recientes muestran un aumento interanual del 4% en el número de consumidores estadounidenses que apoyarían un programa nacional de identificación digital, siempre que fuera voluntario y estuviera garantizado por datos biométricos.

El apoyo a la identificación digital es aún mayor entre los consumidores que sufrieron fraude de identidad en el pasado o que vieron expuesta su información personal identificable en una brecha. Esto implica que esos consumidores creen que las credenciales digitales son más seguras que los documentos de identidad físicos.

“Las instituciones financieras y los proveedores de servicios, así como cualquier otra empresa que dependa de una verificación de identidad eficaz y eficiente, deben prepararse para la próxima oleada de emisión de identificaciones digitales”, afirma Libby. “Tendrán que desarrollar sistemas para interactuar con esas credenciales y mantener actualizados esos procesos”.

Preocupación por la privacidad

Las identificaciones digitales plantean problemas de privacidad. Una identificación física está bajo el control de una persona, por lo que es probable que sepa si la ha perdido o se la han robado. Por otro lado, se podría acceder a las credenciales digitales y captar su información sin que el cliente lo supiera nunca.

Algunas personas pueden ser reacias a adoptar identificaciones digitales porque no quieren que se rastree su actividad. Por eso, la mayoría de los consumidores prefieren un modelo de identificación digital descentralizado, en el que la credencial esté totalmente contenida en un dispositivo móvil en lugar de en un servidor gubernamental. Sin embargo, esto significa que el DNI digital es tan seguro como su monedero.

Una de las ventajas para la privacidad del modelo descentralizado es que los usuarios sólo comparten la información pertinente con los minoristas. Cuando un cliente compra un producto con restricciones de edad, como el alcohol, no tiene que presentar un documento de identidad con su nombre, dirección y fecha exacta de nacimiento. El minorista puede escanear el DNI digital y obtener una simple confirmación de que el cliente tiene la edad adecuada para la compra.

A medida que más organizaciones empiecen a confiar en los documentos de identidad digitales, menos empresas necesitarán recopilar y almacenar información personal. De este modo, muchas organizaciones serán mucho menos susceptibles de sufrir filtraciones de datos.

Nuevos tipos de fraude

Aunque las filtraciones a gran escala puedan mitigarse, los delincuentes tendrán como objetivo los repositorios de datos personales restantes. Esto incluye sistemas gubernamentales, bancos y otras organizaciones que tienen la obligación legal de capturar información personal.

Las instituciones financieras deben mejorar los protocolos de seguridad y proteger los servidores que albergan información personal porque en el futuro serán cada vez más el blanco de los delincuentes. Los bancos suelen contar ya con fuertes medidas de seguridad, pero los delincuentes pondrán a prueba esas defensas si las instituciones son una de las pocas fuentes de datos financieros personales.

“Otro inconveniente del modelo de identificación digital descentralizado es que podría abrir vías para nuevos tipos de fraude”, afirma Libby. “Ya ha habido casos en los que los delincuentes drogaron a una persona y utilizaron sus datos biométricos para desbloquear su teléfono. Una vez que tienen acceso, los delincuentes pueden acceder a todas las cuentas de la persona y vaciarlas. Puede que sea un fraude menos escalable, pero es igual de impactante para los consumidores”.

Debido a las nuevas tendencias de fraude, las organizaciones no pueden depender totalmente de las identificaciones digitales como única forma de verificación.

Fricción en la incorporación

Si el proceso de verificación de la identidad se vuelve demasiado intenso, especialmente durante la fase de incorporación, los consumidores podrían abandonar la entidad por completo. Por ejemplo, un cliente puede no tener a mano su documento de identidad o no querer hacerle una foto y subirla a Internet. Son puntos de fricción centrados en la privacidad y la comodidad que hacen que la gente abandone el proceso de incorporación.

“Si los bancos no crean vías para que los usuarios eviten los puntos de fricción aceptando automáticamente el DNI digital en su sitio web o aplicación móvil, los consumidores podrían marcharse”, dijo Libby. “Podría hacer que las instituciones financieras perdieran cuota de mercado, y podría llegar a ser entre el 3% y el 6% de los consumidores los que se marcharan cada año”.

Aunque es probable que las identificaciones digitales se conviertan en la norma, la identificación física no se eliminará. Siempre habrá consumidores que no tengan dispositivos móviles compatibles con la identificación digital. Las identificaciones físicas también serán una copia de seguridad si las credenciales digitales no están disponibles o están dañadas. En consecuencia, las instituciones financieras deben desarrollar dos vías separadas para dar cabida a todos los usuarios.

Como Wildfire

A pesar de los problemas de privacidad y seguridad, es probable que los consumidores sigan adoptando el DNI digital. Tal vez el mayor obstáculo para la adopción generalizada sea que muchos clientes no saben que la identificación digital está disponible. Una vez que los consumidores sepan que un carné de conducir digital, por ejemplo, se expide en su zona geográfica, es probable que las ventajas de comodidad les animen a adquirirlo.

“Los bancos y las cooperativas de crédito no sólo deben prepararse para los documentos de identidad digitales, sino que también deben implantar sistemas de verificación de identidad de varios niveles”, afirma Libby. “Es imperativo actuar con rapidez, porque la adopción de credenciales digitales se está acelerando. A medida que más y más consumidores comprendan los casos de uso de las identificaciones digitales, despegará como un reguero de pólvora.”

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